viernes, 19 de septiembre de 2014
PACO JOSE GONZALEZ
EN ESTE RINCON DEL ALBA
Sentí, de plata, el mirar que de tu cara asomaba,
como un brotecito chico que de una fuente encendida
a mis entrañas de fuego sediento yo me llevaba.
Tu cuerpo, mi mar de fuego, mi boca tu luna blanca,
Nos fugaremos de noche, nos iremos por el bosque,
huyendo de sangre henchidos como *“jinetes del alba”.
Yo , sumergido en tu cuerpo, una tempestad extraña,
nos une, y es para siempre… caracolas entregadas.
Sentí tus piernas y entré… allí, encontré mis palabras,
mis sueños, mis luces muertas y la luz de tu mirada
EN ESTE RINCON DEL ALBA
Sentí, de plata, el mirar que de tu cara asomaba,
como un brotecito chico que de una fuente encendida
a mis entrañas de fuego sediento yo me llevaba.
Tu cuerpo, mi mar de fuego, mi boca tu luna blanca,
Nos fugaremos de noche, nos iremos por el bosque,
huyendo de sangre henchidos como *“jinetes del alba”.
Yo , sumergido en tu cuerpo, una tempestad extraña,
nos une, y es para siempre… caracolas entregadas.
Sentí tus piernas y entré… allí, encontré mis palabras,
mis sueños, mis luces muertas y la luz de tu mirada
jueves, 11 de septiembre de 2014
PACO JOSE GONZALEZ
DIVISO…
Diviso en esta tarde, oscura y soñolienta,
Los rostros, ya difusos, de aquellos que me amaron.
En sus miradas tristes de leve soledad
Atisbo un beso ido
Casi furtivo, etéreo
Como las manos mías,
Como los versos míos
Tan llenos de agonía.
Diviso la mirada, de
aquella que me mira
Y de su cara surge el bello esbozo tenue
De una fugaz sonrisa,
Son días que ya
fueron
Como mi vida misma,
Retales de añoranzas en esta senda… umbría.
PACO JOSÉ GONZÁLEZ
POEMAS MOGUEREÑOS
.................."la poesía se hizo hombre en él"
I
"Plaza de la Iglesia."...
La rosa blanca "emerje" solitaria
en la inmensa plaza... al pie de la torre,
campanario alegre:
vigía de los campos, también de las almas.
Plaza tuya fue, hoy, la misma plaza
y la misma fuente, que surte esperanza.
¿Cuántos sueños tuyos?
¿Cuántas tardes grises?...
el loco y su sombra,
el loco es poesía,
el loco es la esencia
es la voz del mundo,
interiores blancos
de luz y palabra.
Una brisa tenue,
limpia, mece y besa
a tu rosa blanca.
II
"La ultima morada"
Mañana triste de Moguer,
dulces hojas de otoño
tapizan el asfalto mojado
por el leve rocío.
Frente a tu jardín eterno.
Mañana de trinares idos,
suspiros lejanos
de la añorada infancia,
calle de la Ribera,
aventuras del vivir,
la ilusión no acaba.
Pinares de la siesta,
"Fuente Piña" verde mar
de amor y calma.
Me duele sentirte
como un amado ala,
me duele la arena que te cubre,
me duele la yerba, en las entrañas.
POEMAS MOGUEREÑOS
.................."la poesía se hizo hombre en él"
I
"Plaza de la Iglesia."...
La rosa blanca "emerje" solitaria
en la inmensa plaza... al pie de la torre,
campanario alegre:
vigía de los campos, también de las almas.
Plaza tuya fue, hoy, la misma plaza
y la misma fuente, que surte esperanza.
¿Cuántos sueños tuyos?
¿Cuántas tardes grises?...
el loco y su sombra,
el loco es poesía,
el loco es la esencia
es la voz del mundo,
interiores blancos
de luz y palabra.
Una brisa tenue,
limpia, mece y besa
a tu rosa blanca.
II
"La ultima morada"
Mañana triste de Moguer,
dulces hojas de otoño
tapizan el asfalto mojado
por el leve rocío.
Frente a tu jardín eterno.
Mañana de trinares idos,
suspiros lejanos
de la añorada infancia,
calle de la Ribera,
aventuras del vivir,
la ilusión no acaba.
Pinares de la siesta,
"Fuente Piña" verde mar
de amor y calma.
Me duele sentirte
como un amado ala,
me duele la arena que te cubre,
me duele la yerba, en las entrañas.
miércoles, 10 de septiembre de 2014
PACO JOSÉ GONZÁLEZ
"CANCIÓN DEL VENCIDO"
Si alguna vez en mí habitaron de luchar las ganas,
hoy yermo están los valles amables del soñar....
Persigo, solitario, mi sombra y no la alcanzo.
¿ A qué albergar destellos caducos de esperanza?,
¿ a qué , ya, navegar por las quimeras hoy desiertas?,
¿a qué labrar mis músculos de hombre o ser ignoto?.
Me duele, levemente, ya lo digo, cruzar cada jornada,
No busco acantilados que liberen, ni dagas amadisimas,
soporto simplemente mi extraño deambular,
Inmerso en este gris desconcertante y tibio.
Maldije enfurecido al resto de “lo humano”…
“equivocado Ulises”…,
reduje mi desdicha a externas actuaciones…
¡que niño tan soberbio siempre fui!...
“equivocado Ulises”.
La Itaca que busco nunca fue,
como no soy yo mismo.
Amad cuanto podáis, dulces extraños,
que vuestra son las ganas de sentir.
No seré yo quien mate vuestra fuerza
de toros encendidos y vitales:¡la dicha!.
Medrad cuanto sepáis, ajenos míos.
Aquí donde yo existo sobra todo,
mas sufro levemente, lo repito.
Gozad cuanto alcancéis, vos, tan lejano,
no seré yo quien juzgue vuestro sino
Si alguna vez en mí habitaron de luchar las ganas,
hoy yermo están los valles amables del soñar....
Persigo, solitario, mi sombra y no la alcanzo.
¿ A qué albergar destellos caducos de esperanza?,
¿ a qué , ya, navegar por las quimeras hoy desiertas?,
¿a qué labrar mis músculos de hombre o ser ignoto?.
Me duele, levemente, ya lo digo, cruzar cada jornada,
No busco acantilados que liberen, ni dagas amadisimas,
soporto simplemente mi extraño deambular,
Inmerso en este gris desconcertante y tibio.
Maldije enfurecido al resto de “lo humano”…
“equivocado Ulises”…,
reduje mi desdicha a externas actuaciones…
¡que niño tan soberbio siempre fui!...
“equivocado Ulises”.
La Itaca que busco nunca fue,
como no soy yo mismo.
Amad cuanto podáis, dulces extraños,
que vuestra son las ganas de sentir.
No seré yo quien mate vuestra fuerza
de toros encendidos y vitales:¡la dicha!.
Medrad cuanto sepáis, ajenos míos.
Aquí donde yo existo sobra todo,
mas sufro levemente, lo repito.
Gozad cuanto alcancéis, vos, tan lejano,
no seré yo quien juzgue vuestro sino
PACO JOSE GONZALEZ
OTOÑO EN TODAS LAS SEVILLAS
Esta tarde la ciudad está azul,
el otoño es una promesa de vida,...
las madres llenan los parques,
como enjambres de abejas amorosas,
en un repicar de gritos y sonrisas.
Las avenidas son "procesiones" de coches,
"cofradías" de bocinas y sirenas,
tan urbanas como Dios en estos tiempos,
las luces decoran los edificios,
promesas de futuros paraísos terrenales,
sueños de pre-pago, ilusiones aplazadas
en tarjetas de vinilo y potencia de consumo..
La gente triste llora con un tiempo acogedor,
la brisa suave y refrescante invita
al consumo de nostalgia rebajada,
casi sin angustia, nostalgia sin alcohol.
En "Donde vive la gente",
en los barrios de obreros sin trabajo,
en las bolsas de miedo y plomo,
en los vertederos de agonía,
en las calles sin mañana
ni presente soportable,
los padres sienten el nudo terrible
de la cuerda, la espada sobre el techo,
las nauseas de no tener futuro en la nevera.
OTOÑO EN TODAS LAS SEVILLAS
Esta tarde la ciudad está azul,
el otoño es una promesa de vida,...
las madres llenan los parques,
como enjambres de abejas amorosas,
en un repicar de gritos y sonrisas.
Las avenidas son "procesiones" de coches,
"cofradías" de bocinas y sirenas,
tan urbanas como Dios en estos tiempos,
las luces decoran los edificios,
promesas de futuros paraísos terrenales,
sueños de pre-pago, ilusiones aplazadas
en tarjetas de vinilo y potencia de consumo..
La gente triste llora con un tiempo acogedor,
la brisa suave y refrescante invita
al consumo de nostalgia rebajada,
casi sin angustia, nostalgia sin alcohol.
En "Donde vive la gente",
en los barrios de obreros sin trabajo,
en las bolsas de miedo y plomo,
en los vertederos de agonía,
en las calles sin mañana
ni presente soportable,
los padres sienten el nudo terrible
de la cuerda, la espada sobre el techo,
las nauseas de no tener futuro en la nevera.
Lejana mujer sentada
Las tardes son hojas
de calendarios antiguos,
almanaques, que marcaron
las mañanas de vidas,
angustias y esperanza.
Las tardes de frio
son más dulces
que las noches perdidas,
pequeños cristales
debajo de la cama.
Todos buscamos calles oscuras
y recuerdos de amores hundidos,
pasados ficticias en playas
de revistas mutiladas, sin futuro.
Todos queremos ser como
quisiéramos ser,
esos seres queribles,
que, a veces, nos saludan,
sonrientes y etéreos
como anuncio en diciembre.
Las tardes son oscuras,
a veces, como antorchas,
que "iluminan" en el fondo
de una botella o en el cristal
nevado de una mesilla.
Aroma perpetuo,
las tardes de invierno
son pequeñas muertes
deliciosas como la lucidez,
como la razón,
como una cama vacía.
Paco José González
Las tardes son hojas
de calendarios antiguos,
almanaques, que marcaron
las mañanas de vidas,
angustias y esperanza.
Las tardes de frio
son más dulces
que las noches perdidas,
pequeños cristales
debajo de la cama.
Todos buscamos calles oscuras
y recuerdos de amores hundidos,
pasados ficticias en playas
de revistas mutiladas, sin futuro.
Todos queremos ser como
quisiéramos ser,
esos seres queribles,
que, a veces, nos saludan,
sonrientes y etéreos
como anuncio en diciembre.
Las tardes son oscuras,
a veces, como antorchas,
que "iluminan" en el fondo
de una botella o en el cristal
nevado de una mesilla.
Aroma perpetuo,
las tardes de invierno
son pequeñas muertes
deliciosas como la lucidez,
como la razón,
como una cama vacía.
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