Perdón
Si amar no puedes en agonía fatal
por el dolor de heridas que atenazan
como crueles esposas- ¡oh, frio metal !-,
que fieras incapacitan y amenazan,
¡llora!,
que fieras incapacitan y amenazan,
¡llora!,
llora en soledad de muerto en vida,
ausente de la risa y los abrazos,
huérfano del bien, que el tiempo olvida,
lacerado por las penas y sus lazos.
huérfano del bien, que el tiempo olvida,
lacerado por las penas y sus lazos.
Si pides tú perdón casi temblando,
perdona púes y sigue caminando.
Paco José González
Paco José González
Saludos y gracias
ResponderEliminarCorto pero profundo. Me gusta
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminar