LA PAZ DEL SER
Realidad que mancilla la voz de trueno,
Tan ligada a la sangre, de tan profunda
Son raíces vitales, grito primero.
Van , dulces, de la sombra a la luz tierna,
Sortilegio, duda ancestral, valles sin sueños
Que han marcado mi vida, fallido empeño
De que vuelva a vivir la huerta yerma.
Yo me diluyo, me antepongo a mi ser,
Ya la esperanza acabó de hibernar;
con las fuerzas precisas ha de brotar,
Y que vuelva la magia a resplandecer.
Nunca me olvides, nunca me pierdas,
Que si me pierdes, todo este espacio
Al sentir del amor será reacio,
Soy de tus horas, ¿no lo recuerdas?
Y en tanto tiempo, fugaz presagio,
Me engendraste en las fauces
Del lobo herido, rio sin cauce,
Pero, amante, resurjo de mi naufragio.
Patrón de vida, tierna esperanza
Transitar sin heridas y sin tristeza,
Quiero fértil mi tierra, son alabanzas,
Desechemos la bruma, sólo certeza.
Paco José González
No hay comentarios:
Publicar un comentario