Encontré mi vida en tí.
Súbitamente reconocí mi vida,
y saludé con recelo
a ese pasajero avejentado
que manejaba mi sonrisa.
Miré tus labios y tu mirada
me hizo confiar en él.
Tú le hablaste con cariño,
y él se fue.
Me dijiste entra y te miré,
y te amé sin medida.
Desconfiaba de mi existencia,
años de ausencia me hacían dudar,
pero te miré, y con una promesa
azul y enamorada me besaste
desde fuera,
y entré, y tú habías pintado
las paredes de mi alma,
y mi habitación eran tus brazos
y mi cama tu cintura,
y en silencio ,el amor
cerró las puertas del infierno.
Paco José Gonzalez
Hermoso, así es el amor.
ResponderEliminar